lunes, 23 de noviembre de 2009

Gases que causan el cambio climático llegan a su nivel más alto en más de 250 años

Organización Meteorológica Mundial reclama acción internacional inmediata para atenuar el fenómeno.

A dos semanas de la Conferencia de Copenhague sobre el Cambio Climático, vista por la comunidad científica como una oportunidad crucial para consensuar medidas globales ante el calentamiento del planeta, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó nuevos datos que corroboran "el escenario más pesimista" del Grupo Intergubernamental de expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

El secretario general de la OMM, Michel Jarraud, explicó que los datos recogidos alrededor del mundo, gracias a 200 estaciones de medición de los gases de efecto invernadero, revelan que su concentración y la elevación de la temperatura media global se ubican en la parte superior del límite pronosticado por el IPCC.
"Es muy importante revertir esta tendencia tan rápido como sea posible", subrayó Jarraud, quien aseguró que sólo así se podrán minimizar las consecuencias del cambio climático.

Al interpretar los datos publicados, el científico reconoció que el mundo está frente a "un aumento exponencial" de los gases de efecto invernadero, especialmente del dióxido de carbono (CO2), que representa el 86 por ciento del total de partículas aceleradoras del cambio climático.

Las principales fuentes de CO2 son la quema de combustibles fósiles (sobre todo petróleo y carbón) y la deforestación.

Los otros dos gases que tienen un impacto significativo en el cambio climático son el metano, cuyas emisiones proceden del cultivo de arroz, la explotación de combustibles fósiles y los vertederos, entre otros; y el óxido nitroso, que proviene de la utilización de fertilizantes y diversos procesos industriales.

Jarraud instó a los gobiernos a alcanzar un acuerdo significativo en Copenhague, "ya que cuanto más demore una decisión, más graves serán las consecuencias del cambio climático".

Además, un fracaso en la definición de objetivos ambiciosos en esa conferencia significaría que tanto las acciones de mitigación y de adaptación al cambio climático resultarán "más difíciles y costosas, sobre todo para los países en desarrollo".

"Por eso hay que poner la barrera lo más alto posible", defendió el responsable de la OMM.

Por otra parte, Jarraud lamentó que las posiciones "negacionistas" del cambio del cambio climático aún tengan un lugar en el debate público y recordó que algunos de los representantes más prominentes de esta corriente no son climatólogos y carecen de la experiencia de los expertos en la materia.

"Reto a quien sea a poner en duda nuestras observaciones. Aun si se tiene en cuenta el margen de error, la concentración de gases de efecto invernadero sigue aumentando", dijo.

Recordó que en el IPPC -al que la ONU encargó efectuar el más vasto estudio científico sobre el cambio climático y la responsabilidad de la actividad humana- "decenas de miles" de científicos contribuyeron al estudio que corroboró la gravedad y rapidez de este fenómeno.

"El calentamiento del planeta está probado por múltiples hechos y no simplemente por la modificación de la temperatura. Observamos el retroceso de los glaciares y del hielo en el Ártico al final de cada verano o el cambio en el régimen de lluvias. Todo esto no son hipótesis, sino situaciones que podemos medir y observar", insistió Jarraud.

La corriente que niega el cambio climático sostiene que se trata de un fenómeno que la Tierra ya experimentó en el pasado, pero los científicos han demostrado que ello ocurrió a escalas de tiempo de decenas de millones de años, mientras que las modificaciones actuales están ocurriendo en el lapso de un siglo o menos.

Preguntado respecto a si este balance negativo refleja un fracaso del Protocolo de Kioto -primer acuerdo internacional que abordó la cuestión del cambio climático (1990)- Jarraud fue tajante al señalar que la conclusión es que "Kioto no fue suficiente, pero sin ese acuerdo la situación sería mucho peor".

Advierten sobre catástrofe climática antes de 2050

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF en inglés) y la aseguradora Allianz, la mayor del sector en Europa, han advertido de que el calentamiento global podría dar lugar a una catástrofe climática irreversible antes de 2050, que causaría daños billonarios.

El estudio conjunto presentado subraya que la subida del nivel de los mares amenaza a 136 ciudades de más de un millón de habitantes en las costas de todo el mundo y propiedades por valor de unos 28 billones de dólares.

Añade que si continúa el calentamiento de la atmósfera de la Tierra a la velocidad actual se producirán en muchas regiones daños irreversibles. "Ninguna región se verá a salvo", dijo en Múnich (sur de Alemania) Regine Günther, experta en clima de la fundación WWF, quien apeló a los participantes en la cumbre climática mundial de Copenhague, el próximo diciembre, a acordar un tratado vinculante para reducir las emisiones de gases que causan el efecto invernadero.

La representante de la fundación ecológica subrayó que, a la vista de los daños millonarios que podrían producirse, un acuerdo así sería también de interés económico, y afirmó que Estados Unidos debe reducir sus emisiones masivamente "por interés propio".

El estudio destaca que el hielo de los polos se derrite "a una velocidad asombrosa" y que si sube tan sólo medio metro hasta 2050, la situación se hará catastrófica para 136 ciudades de todo el planeta con más de un millón de habitantes.

Tan sólo en la costa noreste de Estados Unidos, las propiedades amenazadas alcanzan los 8,3 billones de dólares, destaca el documento, en el que se advierte de huracanes o inundaciones marinas como el Katrina, que arrasó Nueva Orleans en 2005, y podrían afectar también a otras grandes ciudades como Nueva York en el futuro.

En el caso de Alemania, el cambio climático provocará no sólo un incremento de las tormentas huracanadas, sino inundaciones, malas cosechas y hasta largos cortes del suministro de energía eléctrica ante la falta de agua para refrigerar las centrales de energía.

Un calentamiento de la atmósfera de dos grados hará que las sequías dominen el clima tanto en el sur de Europa como en el estado de California (E.U.), señalaron WWF y Allianz.

Además, entre los grandes peligros que harán el cambio climático irreversible figuran el deshielo de los polos y del Himalaya, la deforestación del Amazonas y alteraciones en el ciclo del monzón en la India.

domingo, 22 de noviembre de 2009

La Ley contra el Cambio Climático

Sabemos que necesitamos actuar contra el cambio climático, pero ¿cómo? A medida que la ciencia avanza, a medida que vemos aún más sus efectos, no en el futuro sino ahora mismo a nuestro alrededor, a medida que las emisiones mundiales siguen aumentando, todos los países del mundo están buscando nuevas propuestas. Cada uno de nosotros puede aprender de otros.

Esta semana, en Gran Bretaña nos comprometimos a un futuro bajo en carbono. Una ley contra el cambio climático, la primera de este tipo, significa que las emisiones de gas de efecto invernadero deben legalmente reducirse en un 80% para mediados del siglo.

El compromiso reconoce que un cambio a esta escala requiere una acción inmediata. De tal manera que hacia el 2050 habrá "presupuestos de carbono" para cada periodo de cinco años y, como el objetivo del 2050, serán legalmente obligatorios.

Algunos ya han argumentado que en tiempos difíciles de la economía debemos dejar a un lado nuestros objetivos de cambio climático. Pero de hecho, aunque por supuesto hay un elemento de compensación, también existen soluciones comunes para ambos problemas: medidas de ahorro de energía para hogares que reduzcan consumo y emisiones, e inversión en nuevas industrias ambientales que mejore la seguridad energética y reduzca nuestra dependencia de combustibles contaminantes.

Por otra parte, el retraso sólo conseguirá que la acción sea cada vez más cara. Y a largo plazo, sabemos que el coste por no actuar ahora contra el cambio climático será aún mayor después.

Los políticos de hoy en día siempre están expuetos a presiones a corto plazo, por ello, la ley ha incluido un compromiso específico para ser guiado por los resultados. Un comité independiente de expertos en cambio climático nos aconsejó tener como objetivo llegar al 80 por ciento de reducción utilizando los últimos avances científicos, los informes de las Naciones Unidas y las conversaciones con expertos locales.

Este comité de expertos continuará asesorando sobre los presupuestos de carbono hasta el año 2050. De esta forma, todo se hará público para que en el futuro los gobiernos tengan que dar explicaciones cuando no acepten algunas de sus recomendaciones.

Estamos orgullosos de nuestra ley contra el cambio climático. Hemos estudiado la forma de que Gran Bretaña pueda hacer su trabajo tanto a nivel local como formando parte de un mayor y más ambicioso esfuerzo europeo. Sin embargo, sabemos que los gobiernos por sí mismos no pueden generar ese cambio. Y es que, para las empresas reducir las emisiones de carbono debe convertirse en una parte necesaria para hacer negocios.

Un comienzo sería informar sobre el impacto del carbono. Por eso, hemos planeado que para las grandes empresas sea obligatorio informar sobre ello a partir del año 2012. Aunque ya de por sí el avance continuo en la materia supondrá una presión. Y es que para las comunidades, los grupos religiosos y los defensores del medio ambiente, todavía es necesario ejercer presión para provocar el cambio.
Somos conscientes de que, aunque la determinación de cambiar debe surgir en casa, no puede terminar ahí: Necesitamos un acuerdo mundial.

El mundo se reúne el mes que viene en Polonia y el próximo año en Copenaghe. Así, con comunidades y gobiernos apoyándose entre sí, podemos llegar a un gran acuerdo para crear, entre todos, un mundo bajo en carbono.

 
 Escrito por Ed Miliband, Ministro de Energía y Cambio Climático